El cuero necesita hidratación regular para mantener su suavidad, mientras que el serraje requiere protección antes de usarlo para conservar su aspecto.
Un bolso de piel no es solo un accesorio, es una pieza atemporal que refleja estilo y personalidad. Para preservar su belleza y prolongar su vida, cada material requiere un cuidado específico:
El cuero liso necesita una hidratación constante, que mantenga la piel flexible, suave y con un brillo natural, evitando el desgaste prematuro.
El serraje, nubuck o ante requiere una protección previa que actúe como escudo invisible frente a la humedad y las manchas, respetando siempre su textura única.
Dedicar atención a estos rituales de cuidado transforma cada bolso en un compañero de viaje duradero, capaz de acompañarte temporada tras temporada con la misma elegancia del primer día.
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